
Por Luis Martínez Alcántara
Un reciente video sacudió al fútbol mexicano al mostrar a jugadores del Real Apodaca Fútbol Club planificando el amaño de un partido para beneficiarse de apuestas ilegales.
En la grabación, los futbolistas discuten detalles específicos sobre cómo manipular el marcador durante un encuentro contra Los Cabos United, acordando asegurar más de 1.5 goles en la primera mitad del juego. Este incidente ha puesto en entredicho la integridad de la Liga Premier MX, donde compite el equipo.
La conversación filtrada revela cómo los jugadores y personas externas, presuntamente apostadores, coordinan estrategias para garantizar que el resultado del partido se ajuste a las apuestas realizadas. Frases como “La idea es nosotros hacer las cosas primero y hacer el trabajo” evidencian la intención de manipular el desarrollo del encuentro.
Este tipo de arreglos no solo afecta la credibilidad del deporte, sino que también expone a los jugadores a sanciones severas por parte de las autoridades futbolísticas.
Tras la difusión del video, la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) actuó con rapidez, imponiendo suspensiones que suman un total de 57 años a los siete jugadores involucrados. Francisco Tede, exjugador de Correcaminos, recibió la sanción más severa de 16 años de suspensión.
Otros futbolistas del Real Apodaca enfrentan suspensiones que varían entre 2 y 7 años. Estas medidas buscan enviar un mensaje claro sobre la intolerancia hacia prácticas que comprometan la ética y transparencia en el fútbol.
El impacto de este escándalo trascendió el ámbito deportivo, generando debates sobre la influencia de las apuestas ilegales en el fútbol mexicano. La manipulación de partidos no solo perjudica la esencia competitiva del deporte, sino que también afecta la confianza de los aficionados y patrocinadores. Las autoridades han reiterado su compromiso de investigar a fondo estos incidentes y aplicar sanciones ejemplares para disuadir futuras infracciones.